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¿¿¡Comprar diamantes en Bangkok!?? 💍

Pero… Uff, eso está muy por encima de mi capacidad!!

– Qué no, seguro que puedes… Habría que intentarlo porque..

No sé, no te aseguro nada..

El orfebre me convenció. Había que intentar comprar diamantes aunque significara dar un triple salto. Pasar de comprar por strings o a tanto el gramo, a comprar por kilates y calibrando grados de pureza en piedras minúsculas.

Tenía una ligera idea de un par de sitios en los que, quizá, podría preguntar, y poco más. Eso sí, me llevé, casi como amuleto, un libro que un profesor de geología tuvo el detalle de regalarme (junto a su pareja pasó un día por el stand en el que yo exponía mis productos. Yo solía llevar un muestrario de semipreciosas de distinto tipo, talla, color etc… Y dedicamos un buen rato comentándolo. A raíz de eso, y en sucesivas ocasiones, compró un collar de Lapislázuli como regalo de Navidad para ella y: me regaló el libro sobre #Gemas que había escrito junto a otros 2 profesores para la universidad de Granada y que estaba de venta al público 🥰)

Una vez en Bangkok fuí a mis sitios habituales, comentando un poco por encima y… Al cabo de 2 días concluí que, con mis posibilidades, lo mejor era acercarme a la zona de los grandes hoteles de ayer y hoy (Sheraton, Hilton..) Y visitar a los hindúes.

Otra persona quizá hubiera adoptado un aire de falsa seguridad. Dispuesta al regateo y aferrada al argumento de que “quien paga manda”

Yo no lo hice así. Pregunté por algunas piedras menores que estaban en el escaparate (Topacios, peridot, turmalina…) Y, después de escoger algunos para montar como pendientes, me animé a hablarle de los diamantes: Té, algo de comer, lupa, y una muestra de calidades y precios a cientos de dólares por kilate…

Por no tener, yo no tenía ni idea de lo que podrían costar en España… 😬 Abrumada, y cansada (todavía el cambio de hora y las 24 horas de viaje desde casa hasta el hotel pesaban) le comenté sin intención alguna…

Actually, all what I know about Diamonds it’s what I could understand reading this book

Me miró como evalúandonos a los dos, al libro y a mi… Pero… De pronto, se le iluminó la cara.

– Vés lo que pesa el de este tamaño?”

Dijo mientras pesaba 1 pequeño diamante extraído de la bolsita que decía S1 f2…

– Pués… Mira, lo pongo sobre el diagrama… Y…

Si, en efecto, tamaño del dibujo y peso en kilates especificado correspondiente coincidían plenamente… 🔍
No compré mucho, igualmente. Pero él me decía,” te los vendo a este precio para que los joyeros de Córdoba (sabía de lo que hablaba) sepan de mi)

Yo me dejé llevar, entendí que como los niños del cuento, tenía una llave que me permitía cruzar un puente..
Un puente que me venía grande

Ni los diamantes llegaron a Córdoba, ni yo volví a comprar algo tan valioso!

Pero no me engañó. Eran de gran calidad. Demasiado para un tamaño tan pequeño, en el que no terminaba de apreciarse; me dijo el orfebre de Las Alujarras al volver. Aún así, ambos recuperamos lo invertido y un poquito más. 🌷

A veces, aventurarse y no salir mal parado, es ya una victoria. Se gana en experiencia y, aprovechas para reforzar el espacio en el que te desenvuelves con confianza.

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