El Ámbar y las lágrimas de las aves Meleágrides

El ámbar, tan presente en todas las culturas por su hermoso color, su brillo, su calidez, sus extrañas formas, es fuente de historias y leyendas. Hoy me gustaría contar el origen mitológico del ámbar según Sófocles, uno de los poetas clásicos más importantes de la antigüedad.

Sófocles narraba que las preciosas gemas de ámbar provenían de más allá de la India, de las brillantes lágrimas de las aves Meleágrides.

Tal y como siempre sucede cuando conocemos un nuevo personaje mitológico, o leemos una antigua historía, nos vemos sutilmente invitados a conocer e investigar sus personajes. En este caso descubrimos que las aves Meleágrides eran en realidad las desconsoladas hermanas de Meleagro hijo de Eneo y Altea, reyes de Calidón (ciudad situada en la actual Grecia Occidental).

La historia nos cuenta que tras la muerte del joven, en la famosa Cacería del Jabalí de Calidón, sus hermanas se sumergieron en una profunda tristeza y nada podía aplacar su pena.. tanto lloraron que la diosa Artemisa se compadeció de ellas y para mitigar su dolor decidió metamorfosearlas en las aves que conocemos hoy en día con el nombre de pintadas y las envío a la tranquila Isla de Leros en el mar Egeo. Si alguna vez escuchamos el ronco cacareo, semejante a un lamento, de estas aves nos acordaremos que las Maleágrides siguen llorando la pérdida del joven héroe y que sus lágrimas cristalizadas son las bonitas gotas de ámbar que tantos collares, pendientes, pulseras y adornos han embellecido.