Hemos escuchado muchas veces a escritores y artistas:
“El personaje cobra vida Propia”
“El personaje se me fué de las manos”
“Los personajes no siempre obedecen al escritor “
Ocurre. Y, aunque estas composiciones en piedra y plata sean mucho menos importantes que un personje, ocurre también.
Comienzas a partir de un punto como el color, o las ganas de utilizar una pieza de plata especialmente interesante, o queriendo darle un aire distinto a un collar que te traen para ser renovado…
Ese es el eje central. Y, ahora, hay que darle un acompañamiento que le realce esta o aquella cualidad… puede ser sencillo, o no… Puede ser, de nuevo, una combinación de elementos… En cualquier caso, no basta. Hay que conjugar lo todo, y eso necesita de tubitos, remates, entrepiezas… que parece que apenas tienen importancia pero… sin las cuales todo sería rígido y brusco. Luego toca ordenarlos dotándo al conjunto de ritmo. De un ritmo sugerente. No nos basta a, b, a, b, a, b, a, b… Podríamos…
- Buscar algo más primaveral y explosivo, si los elementos son pequeños
- O remarcar el Centro, un Lateral, tres piezas grandes de siete…
- Podemos acentuar lo mucho que hay, o, por el contrario, detenernos en los espacios/silencios
- Podríamos….
- O quizas le quede…
Cada disyuntiva nos obliga a una decisión que nos hace acercarnos a un punto intuído, familiar, sugerente, pero no preconcebido.
Ese punto en el que se nos ilumina la cara y disfrutamos del resultado. En el que descubrimos que Sí, que es armónico, peeero es “especial” es la meta.
Creo que todos conocemos esa sensación. Es el placer de algo hecho con dedicación. Puede ser una obra compleja, o puede ser un guiso improvisado que nos sorprende para bien. Puede ser un día entre amigos en el que todo sale a pedir de boca, o puede producirse al cambiar de sitio una maceta y ver qué, de pronto, recupera la “alegría”.
Es dejarnos llevar, estar receptivos, pero, a la vez, dando lo mejor de nosotras.
Una actitud Generosa que nos envuelve y nos permite reconocernos como parte del baile de la vida. Deseosa de si misma
