En efecto, salvo que alguien necesite que así sea, no hay dos iguales.
No sólo porque siempre hay matices en el tono de las piedras, o porque el azar o la escasez hagan su trabajo.
No sólo porque tratamos de customizar nuestros trabajos al máximo ni, tampoco, porque de uno a otro el color varíe.
No hay dos iguales porque trabajamos para que cuando accedas a visitarnos te encuentres con una pieza única que te con mueva, y te invite claramente a hacerla Tuya.
Entre los restos arqueológicos más antiguos, hay uno que no falla: el collar, el adorno.
Pocas cosas ntre lo “superfluo” se han demostrado tan Imprescindibles. Por qué? No podemos saberlo a ciencia cierta. Sin embargo, lo intuimos.
Esas piezas de museo, alguna de ellas cargada de atractivo, reflejan el deseo de prolongar un instante. Realzarlo para, de ese modo, impedir que quedara enterrado por las arenas del tiempo. Puede que porque fuese un momento feliz, o porque guarda un adiós más sentido. Podría rememorar un lugar, una persona, un paso significativo… Era, seguro, prueba de un estrecho lazo con una circunstancia entrañable.
Caminar por la playa y, de entre todas, escoger una concha cuyo interior nacarado refleja en ese momento el sol, perforar la, pacientemente, y colgártela con la ayuda de un tendón o una tira de cuero, en torno al antebrazo, la muñeca, el cuello…
Eso, esa sensación de hallazgo e identificación queremos que te ocurra ante alguna de nuestras composiciones.
No están pensadas para que te las pongas sólo porque el color, el largo, el tamaño te complementa con esto o aquello…
Al contrario, están pensadas para que cuando te las pruebes frente al espejo te veas a ti misma. Te realcen. Y si no cumplen esa función, aquí estamos, para que esa pieza que te gusta tanto, sé ajuste a ti hasta que quedes satisfecha.
Por eso no hay dos iguales… Nos planteamos el reto de imprimirles carácter. No todas para cualquiera en cualquier momento, No. Cada una con un sello propio que le permita destacar por si misma, a la espera de ser Elegida.
Por eso, salvo que nos lo pidas, no encontrarás, salvo en algunos modelos de pendientes, dos iguales.
